Segunda Corintios 10:13 Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros.
Yo quiero enseñarles hoy que los regalos grandísimos todavía están disponibles hoy. Usted no está excluido de las cosas mejor que Dios ha ofrecido en cualquier tiempo. El Diablo quiere que usted piense que usted está excluido y que las cosas grandes de Dios están pasado o terminado. Pero no es verdad. Las cosas más grandes que han sido disponibles para cualquier persona están disponibles para Usted hoy. Hoy, vamos a leer en las escrituras sobre las personas más grandes en la Biblia yyo demostraré para usted que usted tiene a su disposición cosas más grandes que ellos tenía. Mi español es limitado pero yo quiero mucho que usted comprenda lo que un gran regalo que Dios ha hecho disponible para Usted.
Un día, Jesús estaba enseñando. Y entre la multitud había una mujer que le escuchaba. Mientras esta mujer le escuchaba, ella se dio cuenta que ella estaba escuchando al Mesías. Ustedes pensarían que eso le haría muy feliz saber que el Mesías había venido por último y que ella lo estaba viendo con sus propios ojos. Pero no la hizo feliz. En lugar, la puso triste. En aquellos días, era el deseo de cada joven virgen judía ser la persona que daría a luz al Mesías. Todas las mujeres jóvenes esperaban que ella sería la persona que sería tan altamente favorecida de Dios y que ella sería elegida para traer el Mesías al mundo. Ellas querían recibir ese alto honor. Y mientras esta mujer escuchaba, ella se dio cuenta que esta oportunidad la había pasado por alto. Se dio cuenta que otra mujer había sido elegida para este honor grande y alto. Y cuando ella se dio cuenta de esto, se sintió completa y totalmente excluida. Y en su tristeza y su dolor, ella levantó la voz y le dijo (Ustedes pueden leer esta historia en Lucas capitulo once y versículo veinte siete) “Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.” Y cuando Jesús oyó, él se dio cuenta que esta mujer estaba triste pero que ella quería dar honor a María. Y Jesús se volvió hacia ella y le dijo algunas palabras y yo quiero decirles esas mismas palabras a Ustedes hoy. “Antes, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” Y esa es una medida que llega a también hasta vosotros.
Había un honor más grande que esperaba para María y hay un honor más grande que está disponible para Usted. Ustedes pueden leer un poco más sobre María, la madre de Jesús, la persona que recibió ese honor grande y alto como la madre del Mesías, en el libro de Hechos, capitulo uno. En este capítulo, lista todas las personas que esperaba en Jerusalén en el aposento alto por la promesa del Padre, la promesa del Espíritu Santo. Y lista en versículo trece los discípulos. Entonces en versículo catorce, dice “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.” Por qué lee así? Por qué lista María separadamente? Por qué no dice simplemente “con las mujeres”? María fue una mujer. Podría sólo incluirla así. Yo te diré por qué. Porque Dios quería que el mundo supiera que para María la bendición más grande no estaba en el pesebre, pero estaba en el aposento alto. Dios quería que el mundo saber que ella estaba allí para recibir el Espíritu Santo y esa es una medida que llega a también hasta vosotros.
Hay otro lugar in la biblia donde Jesús dice una declaración poderosa. Es una declaración que podría ser difícil de creer. Él estaba hablando sobre Juan el Bautista y él dijo “Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista”. Es una declaración poderosa, no? Lean en el Antiguo Testamento y piensen en todos los profetas grandes. Ustedes pueden hacer su elección sobre quien es su favorito: Moisés, Isaías quien tan maravillosamente dijo sobre el sufrimiento de Cristo en Isaías capitulo cincuenta y tres, Jeremías el profeta llorón, Joel quien profetizó sobre el día de Pentecostés. Pero de todos estos, Jesús ha dicho enfáticamente que no hay más grande que Juan. Pero las palabras próximas de Jesús fueron “pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.” Y hoy yo sé que “el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Y esa es una medida que llega a también hasta vosotros.
Él dijo “el más pequeño”. Ustedes pueden pensar de sí mismo como una persona muy sencilla aquí in este lugar hoy. Simplemente normal. Nadie especial. Pero si usted ha nacido de nuevo del agua y del Espíritu, usted es privilegiado al recibir la bendición más grande que el mundo ha conocido. Usted tiene algo que Juan no tenía.
Juan vino para preparar la camina de Jesús. El Espíritu Santo no estaba disponible en su día. Se acuerda de la historia en Juan capitulo siete, la biblia dice “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” Y Juan fue el precursor de Jesús y cosas que vendrá. Pero él no podría participar in esas cosas. Pero yo creo que él quería participar. Por qué creo eso? Porque cuando Juan estaba bautizando mucha gente en el rio Jordán, Jesús le vino y quería ser bautizado de él. “Pero Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti” De que hablaba Juan? Quería Juan ser bautizado en el rio? Creo que no. Porque? Por qué Juan nunca predicó que Jesús bautizaría con agua, pero Juan dijo “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” Y Juan dijo “Yo necesito ser bautizado por ti.” Él quería ser bautizado con el Espíritu Santo. Él quería tener eso don hermoso del Espíritu Santo que Usted y yo podemos tener.
Hay otro lugar en la Biblia en el libro de Juan donde los discípulos estaban se sintiendo un poco tristes. Jesús les decía que él va a salir. Que la hora se acercaba cuando él les saldría. Y la Biblia dice que tristeza llenó los corazones de ellos. Pero Jesús les dijo algo para animarles. Él dijo “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya” Os conviene! Significa es beneficioso para Ustedes. Esta es otra declaración que es difícil para creer. Pero Jesús dice que es mejor para Usted si yo me voy. Pueden Ustedes imaginar estando en este tierra durante el tiempo que Jesús estaba aquí en carne? Viendo los milagros y escuchando a su enseñanza. Pueden ustedes imaginar que podía ser mejor que Jesús caminando con Ustedes y hablando con Ustedes? Pero Jesús dijo “Os conviene que yo me vaya”. Porque, Jesús, porque? “porque si no me fuera, el Consolador que es el Espíritu Santo no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.” Jesús dijo que el Espíritu mora con vosotros pero estará en vosotros. Cuando Jesús estaba aquí en carne el Espíritu estaba con ellos, pero cuando el Espíritu vino en el día de Pentecostés, el Espíritu estaba en ellos. Y esa es una medida que llega a también hasta vosotros.
Ustedes pueden leer sobre de los héroes de fe en Hebreos capitulo once. Los nombres listados allí son de personas grandes. Nombres de personas grandes en la biblia como Noé, Abraham y Sara, Jacob, Moisés, Gedeón, David, y Samuel, y los profetas. Esos son nombres de gente grande, no? Todos los de que yo he hablado hoy son excelentes. María y Juan el Bautista. No son personajes de poco talla en el Espíritu, no? Gente para admirar y gente que usted podría decir “Yo quiero ser como eso.” Pero los versículos últimos del capítulo dicen “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros” Dios ha proveído alguna cosa mejor para nosotros. Usted no está excluido!” Dios ha proveído alguna cosa mejor para Usted.
A veces cuando alguien estaba hablando del Espíritu Santo, él dice “usted tiene que recibir el Espíritu”. Eso es verdad, pero no me gusta decirlo así. Hoy yo quiero que usted se dio cuenta que el Espíritu Santo es un regalo. Y usted puede decir mucho sobre el regalo por el dador. Si Hermano Josue le da un regalo, será algo, pero tal vez no será muy caro. Si Hermano Brad le da un regalo, tal vez será un poco más mejor. Si un hombre que tiene muchas riquezas le da un regalo, será un regalo grande y caro. Pero el Espíritu Santo es el regalo de Dios. Y cuando Dios le da un regalo, es el mejor regalo del mundo. No tiene sentido preguntar “Tengo que recibir el Espíritu Santo?” El Espíritu es un don de Dios. Por qué no quería usted recibirlo? Dios ha proveído alguna cosa mejor para Usted.
Esta salvación, el regalo del Espíritu Santo, que podemos tener hoy es el regalo grandísimo. Esos profetas viejos profetizaron de eso. Pero ellos no tuvieron el privilegio de tenerlo. Primero Pedro nos dice “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban estas cosas; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.”
Dice “la gracia destinada a vosotros”. Cuando Joel profetizó, él dijo “Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne.” Eso excluye Joel. Joel no estaba en los postreros días. Esos profetas maravillaron a que ellos decían. Ellos lo querían. Pero ellos no tuvieron el privilegio de tenerlo. Cuando alguien recibe el Espíritu Santo, aún ángeles quiere mirar. Pero aún los ángeles no pueden participar en esta salvación.
Y hoy ustedes lo tienen. Y si usted no tiene, usted puede tenerlo. “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
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